martes, 15 de marzo de 2016

RELATO

Arde la biblioteca de Portada Alta

Carmen Hidalgo

Se despierta en el suelo agonizando por el humo provocado por el incendio en la biblioteca del instituto; donde, casualmente, él se encuentra.  Intenta enfocar la vista y observa, forzosamente, el espantoso desastre que se muestra ante sus irritados ojos.  Grandes llamas de fuego lo rodean, quemando todo lo que se encuentra a su alrededor.  Cada vez le cuesta más respirar; el humo ha invadido gran parte de sus pulmones.  Hace el intento de levantarse agarrándose a las sillas que aún no se han quemado.  Visualiza la puerta y va caminando hacia ella evitando quemarse con las llamas. "¿Cómo he llegado hasta aquí?", se pregunta mientras intenta alcanzar el pomo de la puerta.  Con mucho esfuerzo, consigue abrirla y sale al pasillo.  Respira hondo varias veces, mientras el oxígeno limpio entra por sus fosas nasales, quitándole la ansiedad.  Alza la vista con la esperanza de ver a alguien, pero, desgraciadamente, está solo.  Recorre los pasillos pidiendo ayuda, pero nadie le contesta.  Desesperado, va hacia la entrada del instituto, y, para su sorpresa, las puertas están cerradas.  Las golpea con fuerza, llorando desconsoladamente, sin entender lo que está sucediendo.  Observa la soledad que se encuentra con él.  A estas alturas debería estar ya todo el instituto convertido en cenizas, pero las llamas no salían de la biblioteca.  Un fuerte golpe le hace sobresaltarse, despertarse hiperventilado y con un sudor frío.  Mira a un lado y otro de la cama del hospital. "¿todo ha sido un sueño?", se pregunta.  "o el sueño es esta habitación de hospital y estos tubos de oxígeno que me mantienen con vida?".  

viernes, 11 de marzo de 2016

RELATO

Autor: José Navarro


LA BIBLIOTECA DEL IES PORTADA ALTA ARDE

Yo estaba allí, leyendo un libro de miedo sobre unas memorias de un pirómano, un personaje que sentía excitación por el fuego.  Me fascinaron sus descripciones de los trajes que usaba, sus propias víctimas, puestas sobre su cuerpo de manera extraña...  Metí la mano en el bolsillo de mi pantalón, y encontré una caja de fósforos, puedo asegurar que no llevaba ninguna, pero allí estaba.  En el otro bolsillo sentí tocar una especie de muñeco quemado, justo como se describía a la última víctima en el libro que estaba leyendo.  A mi derecha había una gran garrafa de gasolina, sí, estaba allí, en la biblioteca, sobre la mesa, a mi lado...  Una parte de mí me impulsaba a hacerlo, otra me retenía...

Una chica estaba allí sentada, enfrente de mí.  Comenzó a chillar.  Le tiré el libro que leía a la cara; me abalancé sobre ella y la amordacé con mis manos...la chica se desvaneció...

Conforme caminaba, un rastro de gasolina salpicaba mis piernas.  Llegué a la puerta, la atranqué, eché un fósforo y comencé a caminar...

De repente volví a ser yo, oí gritos; entonces pensé "Pero,  ¿qué he hecho?"


Moraleja: ¡que no se te suban a la cabeza los libros, sal a la calle a que te dé el aire!

jueves, 10 de marzo de 2016

RELATO

Autora: Carmen Molina

SE QUEMA LA BIBLIOTECA DEL IES PORTADA ALTA


Había visto una persona, a la que no pude reconocer, era alta y llevaba una sudadera negra.  Fui a averiguar quién era, pero en el instante en el que me acerqué, salió corriendo y sin dejar rastro.  percibí un fuerte olor, seguí el camino por donde me llegó el olor; procedía de la biblioteca, todos los libros se hacían cenizas y yo no podía hacer nada.  Fui corriendo a buscar un extintor, cuando lo encontré me dirigí a la biblioteca y apagué las llamas, ya sólo quedaban cenizas.

Había pasado una semana desde el incendio de la biblioteca; pregunté a todo el mundo que se encontraba en el IES el día del incendio, nadie vio nada; parece como si al hombre misterioso que vi correr tan aceleradamente se lo hubiera tragado la tierra.  No sé lo que se trae esa persona entre manos, pero sé que no pararé hasta encontrarlo.  Intenté buscar huellas, pero estaba todo chamuscado, sería imposible.  Aunque, hay algo que se me está olvidando.

Salí de la biblioteca y me di cuenta de que hay una cámara de vigilancia, no había caído en este detalle tan obvio, qué tonta soy.  Fui a ver las grabaciones de la cámara... y allí estaba, todo muy claro, parecía imposible, pero era cierto, la persona que quemó la biblioteca era...